Camine lentamente bajo el agua fresca que como lluvia hacia su presencia en aquel día tan especial, cruce la avenida esperando aun la mas mínima señal de que tu estabas ahí, pero no recibí mas que el eco del viento que jugaba con mi cabello.
Una campana anunciaba la llegada de una nueva hora, y aun así yo seguía de pie junto a aquel imponente monumento donde hacia un tiempo te había conocido, recorrí con la mirada cada centímetro de aquel lugar, sin encontrar si quiera una pequeña huella de ti, te habías esfumado como se esfuma el viento, te habías evaporado como las pequeñas gotas de lluvia que, en el suelo formaban un pequeño charco que no tardaría en evaporarse con el sol.
Unos pasos captaron mi atención, mi mirada se poso completamente en tus ojos, esos ojos que siempre me llevaban a la paz del momento, la lluvia ya no era algo momentáneo, era el punto que marcaba el encuentro contigo...
Tome tu rostro con aquella delicadeza con la que tu tomabas el mio, ahí estabas, era real y todo estaba bien, captaba mi atención la opacidad de tus ojos, no brillaban cual pequeños soles, ya solo eran pequeños gajos de marrón que se perdían en el lúgubre momento de un rostro triste...
Una despedida dio fin a aquel momento, y tu partido dio fin a mis sentimientos, ahora sobre aquel amor estaba la tristeza, te perdía , te perdía y no podía hacer mas que quedarme ahí de pie, porque aunque trataba de mover mi cuerpo, parecía que me había paralizado en aquel recuerdo...Tu adiós estaba presente ahora...
El ruido usual de tu respiración cerca de mi oído me hicieron abrir los ojos, repiraba algo agitada pero sonreí al observar como dormías a mi lado, ahí tomando mi mano como hacia unas horas, todo como siempre era un sueño mas en mis locos miedos que me sumergía cada que pasaba un día mas y te quería un poco mas...
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